Titubeo "no extrañante"

El inefable anhelo
De una vida desterrada
Se confunde con el vicio
De una soledad inconclusa.
Una sórdida existencia
Llora el viento con desdén,
Pues las hojas marchitaron
Y los árboles también.

No sé bien quién lo habrá dicho
O si alguno lo susurró,
Pero no todo lo escrito
Está del todo bien dicho.
Eso sí hay que decir
Que mi alma herida está,
Pues en mi interior duele siempre
Y mi corazón doliente acá.

Enmendar mis errores quisiera
Y así sufrir de otro mal,
Porque quiero hacer buenas obras
Y de la mejor forma esperar.
Más soy yo el que tropieza
Y no logra despertar
De un sueño que está en casa
Y escapar preciso ya.

Dame paz Diosito bueno
En tranquilidad hoy quiero estar
Yo sé que mi interior rebelde
Contigo la vida quiere llenar.
Algunas veces quisiera
Creer que todo mejorará
Sin embargo mis fuerzas son pocas
Y mi carne débil, ¿qué hará?

Yo sé bien que con esperanza siempre
Mis ojos conTigo verán
Algo que Tú habías predicho
Y mi espíritu pronto sabrá.
Que Tu misericordia infinita es
Y Tus signos nos hacen bien
Si vivir del Amor pudiera,
Así la eternidad merecer.

Exagerando tal vez esté
Pero al decirlo mi postura firmé,
Soy yo quien en busca
Una respuesta encontraré.

Aparta de mi este flagelo

Pues llorar no quiero más,
La gracia quiero alcanzar
Y a Ti poderte abrazar.

Tenme en Tu gloria inmensa
ConTigo reposar quiero
Y en más estrellas que el cielo
Así el infinito entero.
Disfrutar quiero volver
La primavera al invierno
Disuelve la nieve primero
No tengas dudas ni miedo, todo florecerá de nuevo.

Y como para no decir más,
Mis heridas sanando están,
Y aunque me duele aceptarlo,
Te agradezco este momento.
No quería experimentar
Este encierro pasajero,
Pero al gritar ahora puedo
Sentir que valió esperar.